La industria farmacéutica fabrica, prepara y comercializa productos químicos medicinales para tratar y prevenir enfermedades. Algunas empresas del sector fabrican productos químicos farmacéuticos a granel (producción primaria), y los preparan para su uso médico (producción secundaria). Entre los procesos de producción secundaria, altamente automatizados, se encuentran: fármacos dosificados, como Tabletas, cápsulas o sobres para administración oral, disoluciones para inyección, óvulos y supositorios. Debido a que su actividad afecta a la salud humana, esta industria está sujeta a muchas leyes y reglamentos con respecto a las investigaciones, patentes, pruebas y comercialización de los fármacos.Una gran parte de la producción de la industria farmacéutica corresponde a vacunas. La mayoría de las vacunas son inyectables, aunque algunas se administran vía oral. Las vacunas protegen al organismo sometiéndolo a un agente patógeno debilitado, lo cual le ayuda a crear nuevos anticuerpos (inmunización a largo plazo) o proporcionándole anticuerpos activos (solución temporal).Los nuevos medicamentos reciben un nombre genérico de propiedad pública. Una vez que expira la patente, cualquier empresa que cumpla las normas del organismo regulador puede fabricar y vender productos con el nombre genérico. La industria farmacéutica es la principal impulsora del sistema de patentes, y ha presionado a los países en desarrollo para seguirlo.Los preparados pueden succionarse como los caramelos, tomarse oralmente (jarabes) o administrarse en forma de inhalaciones con aerosoles dosificados, de gotas para la nariz, orejas u ojos, o de pomadas y lociones aplicadas sobre la piel.En la década de 1950 la industria farmacéutica consiguió la mayoría de edad, principalmente en laboratorios farmacéuticos alemanes, belgas, británicos, franceses, suecos y suizos elaboraron fármacos nuevos. El mercado se vio inundado de anestésicos, somníferos, analgésicos, antibióticos, antihistamínicos.A partir de 1970 se establecieron organismos gubernamentales para controlar la calidad, ensayos clínicos y empaquetado, etiquetado y distribución de los fármacos. Conceden autorizaciones tanto para los fármacos como para sus fabricantes y sus inspectores tienen derecho a visitar en cualquier momento las instalaciones donde se fabrican y almacenan productos farmacéuticos. Otros organismos son responsables de controlar la fabricación y distribución de medicinas y productos de crecimiento para animales. La distribución de los fármacos a miles de farmacias y clínicas sería casi imposible sin distribuidores mayoristas. Las farmacias locales, el último eslabón en la cadena del suministro de fármacos, son inspeccionadas por los ministerios o departamentos de Sanidad.El éxito de los nuevos fármacos se ha acentuado por el aumento de la esperanza de vida. La industria farmacéutica descubrió y aisló las hormonas sexuales, (Adolf Butenandt), le siguió su producción comercial por Schering AG (Alemania) y Organon BV (Países Bajos). Ello hizo posible el desarrollo después de la II Guerra Mundial de pastillas anticonceptivas. Estos mismos trabajos permitió el desarrollo de la terapia de sustitución hormonal (TSH) posmenopáusica.Las compañías farmacéuticas fueron creadas en su mayoría antes de la II Guerra Mundial: Allen & Hambury y Wellcome (Reino Unido), Merck (Alemania); Parke Davis, Warner Lambert y Smithkline & French (USA). La farmacia de Edimburgo que produjo el cloroformo utilizado por James Young Simpson para asistir en el parto a la reina Victoria se convirtió en una importante empresa de suministro de fármacos. Algunas compañías surgieron a raíz de los comienzos de la industria química (Zeneca, en el Reino Unido; Rhône-Poulenc, en Francia; Bayer y Höchst, en Alemania; o Novartis, en Suiza). La belga Janssen, la norteamericana Squibb y la francesa Roussell fueron fundadas por profesionales de la Medicina.